Hermanas quiero invitarlas a considerar las normas administrativas como las herramientas
para conseguir el bienestar, un mejor nivel de vida para los que nos rodean y para nosotras
mismas. Estas normas sustentan: una administración transparente, donde se practiquen
revisiones que contribuyan a mejorar la administración de los bienes que no son nuestros,
sino de los cuales somos solo administradoras y que usamos para poder realizar nuestro sueño
de “llevar a todas partes la Buena Nueva”